Los movimientos alternativos han estado presentes en la sociedad por décadas, e incluso siglos. Es común encontrar grupos que se identifican como parte de una tribu urbana, ya sea por su estilo de vestir, gusto musical, ideología política, etc. Pero, ¿qué es lo que realmente tienen en común estos movimientos? ¿Por qué las personas se sienten parte de estos grupos? A continuación, se reflexionará sobre estas preguntas:
Uno de los elementos fundamentales que comparten los movimientos alternativos es la búsqueda de identidad. Aquellas personas que se unen a un grupo a menudo se sienten identificadas con los valores y la cultura que se promueve en él. Estos valores y cultura son algo que la persona no encuentra en su entorno, y se aleja de lo que se considera "normal" en la sociedad.
Por ejemplo, los punks se identifican con la irreverencia y la rebeldía ante un sistema que consideran injusto. Los góticos suelen estar interesados en una estética que se aleja de lo convencional y exploran temas oscuros como la muerte y la soledad. Los hippies promueven la paz y el amor, y se alejan del consumismo.
En resumen, los movimientos alternativos ofrecen una alternativa a lo que la sociedad considera "normal", permitiendo a las personas construir su propia identidad y encontrar su lugar en la sociedad.
En muchos casos, la música es el elemento que une a las personas en un grupo alternativo. La música se convierte en un lugar de encuentro, en donde se sienten comprendidos y aceptados. Por ejemplo, los metaleros encuentran en la música heavy metal una vía para liberar la frustración y la rabia, mientras que los raperos encuentran en el hip-hop una forma de expresar la realidad social en la que viven.
La música también juega un papel importante en la forma en que estos movimientos se difunden. A menudo, estos grupos tienen sus propios medios de comunicación, revistas, radios, fanzines, que permiten a los miembros del grupo y a aquellos interesados en ellos mantenerse al tanto de lo que ocurre en la comunidad.
En muchos casos, la necesidad de pertenencia es lo que lleva a las personas a unirse a un grupo alternativo. Las tribus urbanas pueden ofrecer un sentido de pertenencia y camaradería que no se encuentra en otros lugares. Aquí, las personas se sienten parte de una comunidad más grande, encuentran amigos con intereses similares y pueden participar en actividades en conjunto.
Para muchas personas, la pertenencia a un grupo puede ser una forma de superar la soledad y la falta de conexión en su vida diaria. Para otros, el grupo puede ofrecer un apoyo emocional ante situaciones difíciles o estresantes.
Otro elemento que une a los movimientos alternativos es la lucha por la visibilidad y el respeto. En muchos casos, estos grupos son considerados "raros", "anormales" o "peligrosos" por la sociedad. Esto lleva a que sean discriminados, acosados, perseguidos y excluidos.
Por ejemplo, los skinheads han sido generalmente estigmatizados como movimientos de extrema derecha y violentos. Sin embargo, existe una gran cantidad de skinheads que son anti-racistas y anti-fascistas. Los emos han sido víctimas de bullying y marginación, por su estética, su música y su supuesta vulnerabilidad.
La lucha por la visibilidad y el respeto también se da en el ámbito político. Muchos de estos grupos buscan ser parte de la lucha social, y luchan por causas como la igualdad de género, la diversidad sexual, la defensa del medio ambiente, entre otras.
En definitiva, los movimientos alternativos tienen en común la búsqueda de una identidad propia, la necesidad de pertenencia y la lucha por la visibilidad y el respeto. Encontrar un lugar en la sociedad, construir valores y una cultura propia, mantener viva una identidad, son aspectos que animan a muchas personas a unirse a estas tribus urbanas. A pesar de las diferencias que pueden existir entre los movimientos, todos ellos comparten elementos que los unen y les permiten crecer como grupo.