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La relación del punk con la cultura del skate y el BMX

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Introducción

El punk es un género musical originado a mediados de los años 70 en la ciudad de Nueva York que se caracteriza por su actitud contestataria y su sonido agresivo y rápido. A lo largo de su historia, el punk ha estado estrechamente ligado a diversas subculturas urbanas, como el skate o el BMX, que comparten con él una serie de valores y actitudes.

El skate como forma de vida

El skateboarding es una disciplina que consiste en deslizarse sobre una tabla con ruedas y realizar todo tipo de acrobacias y trucos. Desde sus orígenes, el skateboarding ha sido mucho más que un deporte: ha representado una forma de vida para jóvenes que buscaban escapar de la monotonía y la rutina. En este sentido, el punk y el skateboarding comparten una serie de valores como la rebelión contra el sistema establecido, la creatividad y la autenticidad. Además, el skateboarding también se ha convertido en una forma de protesta visual, a través de la cual se han denunciado diversas problemáticas sociales como la discriminación o el racismo.

La influencia del punk en el skateboarding

Aunque el skateboarding se desarrolló de forma independiente al punk, lo cierto es que ambos movimientos han mantenido una estrecha relación desde sus inicios. De hecho, muchos skaters de la época adoptaron la estética y la actitud punk, vistiendo chupas de cuero o chaquetas con pinchos y llevando el pelo rapado y tintado en colores llamativos. Además, algunos de los mejores skaters de la historia, como Tony Hawk o Steve Caballero, han sido grandes fans del punk rock y han colaborado con bandas como The Offspring o Bad Religion. En definitiva, el punk y el skateboarding son dos subculturas que se complementan y se retroalimentan mutuamente.

El BMX como forma de expresión

El BMX es una disciplina que consiste en realizar acrobacias y saltos sobre una bicicleta. A diferencia del skateboarding, el BMX nació en la década de los 70 en California y desde entonces ha ido evolucionando hasta convertirse en una de las disciplinas más espectaculares y emocionantes del deporte extremo. Al igual que el skateboarding, el BMX también ha sido una forma de expresión y de protesta para los jóvenes que se sienten marginados por la sociedad. En este sentido, el punk rock ha sido una banda sonora perfecta para los amantes del BMX, ya que sus letras y su actitud crítica han encajado a la perfección con la estética arriesgada y rebelde de este deporte.

La relación entre el BMX y el punk rock

Aunque la relación entre el BMX y el punk rock no es tan visible como en el caso del skateboarding, lo cierto es que ambos movimientos comparten una serie de valores y actitudes. En primer lugar, la creatividad y el espíritu de superación son dos de las características más importantes del BMX, al igual que del punk rock. Además, muchos bikers han encontrado en el punk rock una fuente de inspiración para sus trucos y acrobacias, ya que la velocidad, la adrenalina y el riesgo son partes fundamentales tanto del BMX como del punk. Sin duda, si hay una subcultura que refleje la esencia del punk rock esa es el BMX.

Conclusiones

En definitiva, el punk rock ha sido mucho más que un género musical a lo largo de su historia. Su actitud contestataria y sus valores de libertad y autenticidad han influenciado de manera significativa a subculturas urbanas como el skateboarding o el BMX, que han abrazado su espíritu crítico y rebelde. Por otro lado, el skate y el BMX también han retroalimentado al punk rock a través de sus actitudes y sus manifestaciones artísticas. En definitiva, estamos ante un conjunto de subculturas que se complementan y se enriquecen mutuamente, formando parte de la rica y variada cultura de la calle.