Alternativos, ¿ermitaños o en comunidad?
Introducción
En los últimos años, ha habido un creciente interés por parte de la juventud en pertenecer a tribus urbanas alternativas. Las tribus urbanas son grupos de personas con intereses y valores en común que se reúnen y crean su propia cultura y estilo de vida. Entre las tribus urbanas alternativas más populares se encuentran los ermitaños y los que prefieren vivir en comunidad. En este artículo, analizaremos las ventajas y desventajas de pertenecer a cada una de estas tribus urbanas.
Ermitaños
Los ermitaños son personas que prefieren vivir en soledad o con muy pocas personas. Pueden ser nómadas o tener un hogar estable, pero en cualquier caso, buscan la desconexión con el resto del mundo y una vida más simple.
Pros
Uno de los mayores beneficios de ser un ermitaño es la libertad que conlleva. Los ermitaños no tienen que preocuparse por el ritmo de la vida moderna ni por las expectativas sociales. Pueden dedicar su tiempo a actividades que les gusten y a desarrollar sus habilidades y pasiones.
Otro beneficio es la paz que conlleva vivir en soledad. Los ermitaños no tienen que lidiar con el estrés y la ansiedad causados por las interacciones sociales y los conflictos interpersonales. Además, la soledad puede permitirles una reflexión más profunda y un mayor entendimiento de sí mismos.
Contras
Uno de los mayores problemas de ser un ermitaño es la falta de interacción social. Los humanos son seres sociales y necesitan la conexión con otros para sentirse felices y realizados. Los ermitaños pueden ser propensos a la depresión y a sentirse aislados.
Otro problema es la falta de oportunidades que conlleva la vida en soledad. Los ermitaños pueden perder oportunidades laborales o sociales al no tener una red de contactos establecida. Además, no tener a alguien con quién compartir los logros y éxitos puede hacer que estos tengan un sabor agridulce.
En Comunidad
Por otro lado, existen los que prefieren vivir en comunidad, en la que las necesidades y actividades se comparten y se colabora en proyectos de todo tipo. Estos grupos pueden variar, pasando desde los squatters que ocupan edificaciones abandonadas, hasta las comunidades intencionales que admiten nuevos miembros por consenso.
Pros
El principal beneficio de vivir en comunidad es la sensación de pertenencia. Las personas necesitan sentir que forman parte de algo más grande, de algo que les da un propósito. En una comunidad, los miembros comparten valores, intereses y una vida en comunión.
Otros beneficios incluyen la seguridad, la creación de una red de contactos y la ayuda mutua. En una comunidad, las personas se ayudan entre sí y comparten recursos y habilidades. Además, la vida en comunidad puede proporcionar oportunidades para adquirir nuevas habilidades y conocimientos.
Contras
Uno de los mayores desafíos de vivir en comunidad es la toma de decisiones conjunta. Las opiniones individuales pueden chocar y el consenso en la búsqueda del bien común puede ser difícil de alcanzar. Además, la gestión y mantenimiento de cualquier cosa que se tenga en común -un hogar, un huerto, etc.- también puede complicarse, generando tensiones más serias entre los miembros.
Otro problema potencial es la falta de privacidad. Viviendo en comunidad, los miembros comparten espacios y decisiones, y pueden sentir que están siendo supervisados. Además, los problemas personales pueden extenderse a los demás miembros de la comunidad, lo que puede ser estresante e incómodo.
Conclusiones
En conclusión, los ermitaños y las personas que prefieren vivir en comunidad representan dos tribus urbanas alternativas que ofrecen diferentes beneficios y desafíos. Al elegir su tribu, las personas deben sopesar sus necesidades y prioridades personales y encontrar aquello que más les satisfaga. Sin embargo, todos podemos beneficiarnos de una mayor conexión humana y de la comunidad, independientemente de nuestro fondo o preferencias personales.